[ Soneto con sed. ]

Leyendo un libro, un día, de repente,
hallé un ejemplo de melancolía:
Un hombre que callaba y sonreía,
muriéndose de sed junto a una fuente.

Puede ser que, mirando la corriente,
su sed fuera más triste todavía;
aunque acaso aquel hombre no bebía
por no enturbiar el agua transparente.

Y no sé más. No sé si fue un castigo,
y no recuerdo su final tampoco
aunque quizás lo aprenderé contigo;

yo, enamorado, soñador y loco,
que me muero de sed y no lo digo,
que estoy junto a la fuente y no la toco.

2 comentarios:

stardust dijo...

yo no conoía a José Ángel Buesa, hasta que un día mi padre te vio leyendo un libro de él (en el vips), y se sorprendió (no conocía a nadie que leyera a J.A.B.).
así como Óscar siempre será Ójcar (con una pronunciación medio etílica, medio caribeña) en mi casa, tú siempre serás el chico que lee a José Ángel Buesa. :)

un besazo

S. Herrera Flores. dijo...

Jejeje... sí. El señor José Ángel Buesa. Uno de mis primeros maestros pese a que a estas alturas me dé pena decirlo.
Y, en efecto, como lo hizo notar tu señor padre, es muy raro que hoy en día algún joven esté leyendo a Buesa.Nos vemos, niña.
Cuídate.



[ Joanas. ]

¿Quién es S.?

Mi foto
Heroica Puebla de Zaragoza, Puebla, Mexico
No dios. No política. No fútbol. No papirolas.